“El asunto en la Reserva Las Mareas ha venido trabajándose con cuidado debido a las particularidades que tienen estas violaciones de ley. No queremos afectar a los residentes históricos del lugar. Como ya había indicado a la prensa, hay una serie de aspectos no relacionados con esas violaciones ambientales que inciden en la manera en que debemos intervenir, particularmente, asuntos de seguridad. Esto no significa que no vamos a intervenir. Sí lo haremos. De hecho, hemos estado en conferencia constante con funcionarios del National Oceanic and Atmosphere Administration (NOAA) en Washington D.C. sobre este problema, pues ellos otorgaron los fondos para la adquisición de esta reserva.
Recibimos del Departamento de Justicia la autorización para contratar un bufete que nos permitirá avanzar un paso hacia la solución del problema prioritario: desalojar a los invasores. Ese contrato fue firmado recientemente y el estudio legal puede demorarse unos meses. Luego comenzaremos el proceso de reclamar por los crímenes ambientales cometidos y su restauración.
Puedo asegurarle al pueblo de Puerto Rico que toda violación a las leyes ambientales que se haya cometido en la reserva Las Mareas no quedará impune. Sin embargo, no vamos a precipitarnos sin la debida investigación y preparación legal porque podría producir un resultado contrario al que buscamos. Es necesario mantener el clima de confianza en las instituciones para que no se interfiera con una justa solución.
También, se debe tener sumo cuidado en incitar a la población civil para que intervenga directamente porque podría poner sus vidas en riesgo. Ciertamente, podemos darle paso a las querellas sobre posibles crímenes ambientales e incluso promovemos que haya una ciudadanía activa en la protección ambiental. Luego de eso debemos confiar en que, luego de encarrilado el proceso, las autoridades oficiales tomarán las acciones pertinentes, de haber causa para ello.