(SAN LORENZO – sábado, 24 de mayo de 2025) El ex alcalde de San Lorenzo José ‘Joe’ Román Abreu, quien además presidió la Asociación de Alcaldes de Puerto Rico, publicó en sus redes sociales una reveladora reflexión sobre la realidad del cáncer, a cinco (5) años de haber sido diagnosticado con dicha enfermedad. Titulada ‘Celebrando mi quinto cumpleaños’, la reflexión expresa su sentir más íntimo sentir
Adjunto en su totalidad:
Celebrando mi quinto cumpleaños
Con la mayor alegría celebro en el día de hoy el primer lustro de mi renacimiento. Cinco años atrás, en esta fecha, experimentaba el dolor físico más intenso que jamás haya vivido. Como en una película que se proyecta velozmente vuelvo a revivir las escenas de ese día. Pensaba que un cálculo renal era la razón del insoportable dolor.
La llegada de los paramédicos, sus esfuerzos por estabilizarme, la llamada a mi doctor de cabecera -Dr. García-, la atención en la Sala de Emergencias, análisis, exámenes, la llamada a Carmen Yulín para lograr mi traslado a un hospital de San Juan sin comprometer los servicios del pueblo de San Lorenzo, nuevas pruebas, la asignación de una cama y recibir la impresión diagnóstica de un cáncer, es una sucesión de eventos que se mantienen frescos en la memoria.
Sin embargo, hacerme consciente de la realidad que experimentaba, asumir el tratamiento, mantener el optimismo y dar todas las luchas que han sido necesarias para conservar mi integridad física y hoy celebrar cinco años con una renovada actitud hacia la vida me han dado una perspectiva del amor de Dios y de la naturaleza humana tan diferente a la que me sostenía en mi estado de salud anterior.
Es esa actitud de confianza plena en nuestro Creador, con estas ganas inmensas de vivir a plenitud, de compartir generosamente con todos los que me rodean, de hacer cosas que verdaderamente tengan sentido y valor para el prójimo, de amar intensa e incondicionalmente, de realizar proyectos de hondo significado social, es lo que me sostiene y anima a continuar adelante.
Este es el mensaje que deseo dejar, como huella de mi paso por esta existencia, a todos los que han compartido conmigo en esta hermosa etapa de mi vida. Si, la vida cambia y nos transforma en un segundo. Hacer que ese milagro transformador obre para bien en nuestra existencia y en la de todos aquellos que nos rodean es nuestra responsabilidad.
En esta jornada también he tenido la oportunidad de compartir con otras personas que también han enfrentado con valentía un diagnóstico de cáncer. Recientemente me indicaba una de éstas todo cuando hace en silencio para evitar que sus seres queridos se afecten con los malestares que experimenta luego de recibir las quimioterapias. No lo hace por orgullo sino por amor a los suyos.
No hay porque desesperarse. Hay que mantener siempre la actitud positiva y la Fe esperanzadora, la alegría de vivir y la disciplina ante los tratamientos emprendidos. Hay que confiar en que vamos caminando de la Mano De Dios y Él nunca nos abandona.
En esta jornada también yo he tenido un gran privilegio. A mi lado he tenido una compañera que, en los momentos críticos, en las horas más difíciles, ha estado junto a mi, firme, solidaria y amorosa. Mi esposa Enid ha sido un sólido asidero para continuar construyendo juntos la vida que Dios disponga para ambos.
