Osvaldo Carlo Linares, principal abogado de defensa del ahora convicto Ángel Pérez Otero, reconoció esta noche que llegó a recomendarle a su cliente aceptar al menos una de las cinco ofertas que le hizo la fiscalía para declararse culpable.
De paso, el equipo de defensa confirmó que estarán apelando la determinación ante el Tribunal de Apelaciones de Boston.
“Sí. Los clientes reciben el consejo de sus abogados, pero toman sus decisiones. Como abogado no lo digo ‘has esto’. Los asesoro sobre las consecuencias de cada una de las alternativas, pero es el cliente quien en última instancia toma la determinación”, dijo Carlos Linares a la prensa frente al Tribunal Federal.
En entrevista por separado, otro abogado de Pérez Otero, Eduardo Ferrer, señaló ante la misma pregunta: “tuvimos conversaciones, medimos los riesgos, medimos la defensa que teníamos con él y él decidió irse a juicio”.
Al salir esta noche del Tribunal Federal, Pérez Otero guardó silencio prácticamente en todo momento, pero su esposa Liza Fernández señaló que estaban preparados para el desenlace. Indicó también que salían a toda prisa porque querían compartir con sus hijas.
“Cuando el proceso termine completamente hablamos, pero no ha terminado. Ustedes lo saben”, dijo Fernández a la prensa.
Sobre las bases de una posible apelación, Ferrer señaló que unos de los elementos a impugnarse será la diseminación por parte de la fiscalía de una foto en la que aparece su cliente recibiendo una paca de dinero. La foto fue incluida en una moción que él entiende debió permanecer sellada.
“Este es un caso bien difícil cuando se ha publicado evidencia de la fiscalía en una moción de fianza cuando debió ser sellada. La presunción de la inocencia estaba tocada ante los medios y el público en general”, afirmó Ferrer al insistir en que la decisión de ir a juicio fue “totalmente de él”, en alusión a Pérez Otero.
“Me parece que viola el derecho constitucional a la presunción de inocencia de nuestro representado”, dijo Ferrer, nuevamente al aludir a las fotos.
Carlo Linares también reconoció que se trataba de un caso difícil.
“Él (Pérez Otero) siempre supo que había una posibilidad de 95% de convicción, que es el porciento que tiene la fiscalía en Puerto Rico. Estuvo al tanto de que tenía un 5% de probabilidad de prevalecer y, no obstante, quería ir a juicio porque creía en su inocencia”, dijo Carlos Linares.