El secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, informó que Jiován Francisco Ortiz Soto, de 37 años, fue sentenciado a cumplir 99 años en prisión por asesinar y agredir sexualmente a su hija de dos años, April Thais Ortiz Quiñones, en su hogar en Guayanilla.
El juez Ángel Llavona Folguera, del Tribunal de Primera Instancia de Ponce, dictó una pena de 99 años de cárcel por el delito de asesinato y 62 años con seis meses por los delitos de abuso sexual que deberá cumplir de forma concurrente.
Ortiz Soto incurrió en un patrón de agresión sexual contra la menor desde diciembre del 2022 hasta el 7 de junio de 2023, cuando la agredió sexualmente y la golpeó en diferentes partes de su cuerpo. Los padres de la menor la trasladaron al CDT de Guayanilla y alegaron que se había caído de una cama. La niña llegó inconsciente y los doctores que la evaluaron señalaron que los golpes no eran compatibles con una caída. Posteriormente, fue declarada muerta en la institución hospitalaria.
Por estos hechos, la madre de la menor, Naiari Quiñones Rivera, se declaró culpable en un juicio separado, celebrado el año pasado, por cargos de maltrato por negligencia y omisión intencional, al amparo de la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores. La mujer fue sentenciada a cumplir un año de cárcel.
Las fiscales Natalia Zambrana y Natasha Muñoz, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores, junto a la fiscal de Distrito de Ponce, Marjorie Gierbolini Gierbolini, presentaron los testimonios de alrededor de nueve testigos, prueba pericial y documental, para demostrar más allá de duda razonable la culpabilidad del hoy convicto.
“Finalmente se le hizo justicia a April, una niña inocente que debió ser protegida y amada por sus padres. Sin embargo, solo obtuvo la muerte, tras un patrón de maltrato y los actos más repudiables por parte de su propio progenitor, que generaron una conmoción colectiva. Reconozco el compromiso y la sensibilidad con que todo el equipo de fiscales y agentes de la Policía trabajó este caso de principio a fin.”, expresó el secretario de Justicia.
“La muerte de un infante provoca tristeza en todo el pais, pero cuando uno piensa que es su progenitor, quien es el llamado a protegerla, el que le causa a muerte, resulta aún más desgarrador. Mis respetos a las fiscales quienes lograron hacerle justicia a April”, expresó la jefa de fiscales, Jessika Correa González.
En noviembre del año pasado, la jueza Lourdes Gómez Torres declaró no ha lugar a una moción de supresión de evidencia, presentada por la defensa de Ortiz Soto, que pretendía evitar que su confesión se admitiera como prueba de la Fiscalía en el juicio.
La investigación estuvo a cargo del agente Francisco Meléndez Álvarez, del Cuerpo de Investigaciones Criminales, adscrito al Negociado de la Policía Puerto Rico.