El representante del Distrito 30, Fernando Sanabria Colón, presentó en la Asamblea Legislativa un Proyecto para enmendar la Ley de Vehículos y Tránsito en memoria de Justin Santos y las hermanas García Vázquez, víctimas de conductores bajo los efectos del alcohol, a los fines de imponer sentencia de reclusión en todo caso de delito grave y menos grave y que cause grave daño corporal o la muerte a otro ser humano.
“Estos casos resaltan la urgencia de fortalecer las leyes y medidas de prevención contra la conducción en estado de embriaguez, un problema que continúa cobrando vidas inocentes en nuestras carreteras y deja un profundo impacto en la sociedad puertorriqueña. La memoria de estos jóvenes debe servir como un llamado a la acción para proteger a nuestros ciudadanos y asegurar que tragedias como esta no se repitan”, explicó Sanabria Colón, representante de los municipios de Arroyo, Guayama, Salinas y Santa Isabel.
Según añadió, a los fines de precisar la pena de reclusión en la Ley de Sentencia Suspendida y Libertad a Prueba, Ley Núm. 259 de 3 de abril de 1946, según enmendada, este proyecto incorpora el Artículo 49, 33 L.P.R.A. § 5082, del Código Penal de Puerto Rico, que precisa la pena de reclusión como la privación de libertad en una institución penal durante el tiempo que se establece en la sentencia.
La reclusión deberá proveer al confinado la oportunidad de ser rehabilitado moral y socialmente mientras cumpla su sentencia; y debe ser lo menos restrictiva de libertad posible para lograr los propósitos consignados. Las sentencias de reclusión impuestas a menores de 21 años deben cumplirse en instituciones habilitadas para este grupo de sentenciados.
“A través de esta legislación, buscamos justicia, concienciación y un compromiso renovado con la seguridad vial en Puerto Rico. Dada su gravedad, esta conducta debe ser sancionada con el mayor rigor penal para proteger la vida y la integridad física de la ciudadanía”, señaló Sanabria Colón.
Sobre Justin Santos y las hermanas García Vázquez
Justin Rafael Santos, un joven que se distinguía como asistente de tarima y coordinador de presentaciones, tenía el sueño de emprender en la industria del entretenimiento, con el objetivo de gestionar la carrera artística de su hermano, conocido como Arcángel. Su vida fue trágicamente arrebatada cuando fue impactado por una conductora bajo los efectos del alcohol, quien transitaba en dirección contraria en el puente Teodoro Moscoso, mientras se dirigía a su hogar.
Por otro lado, Esther Raquel, una joven de 23 años, estudiante universitaria en el campo de la educación especial de nivel elemental, madre de una niña de tres años y con seis meses de embarazo, y Eunice Raquel, de 19 años, soñaba en convertirse en piloto de aerolínea de pasajeros y para cumplir su sueño era una estudiante de aviación con 56 horas de vuelo completadas en la que aspiraba obtener las licencias de piloto privado, instrumental y comercial. Sus vidas fueron igualmente arrebatadas al convertirse en víctimas de un conductor bajo los efectos del alcohol en el municipio de Añasco.
Esta Ley comenzará a regir inmediatamente después de su aprobación.