En el marco de la celebración del 69 aniversario de la Constitución del Estado Libre Asociado (ELA) este domingo el presidente del Senado el Partido Popular Democrático (PPD), José Luis Dalmau Santiago anunció la radicación de un proyecto de ley para encaminar otro proceso de consulta al pueblo, que en esta ocasión incluya el estatus actual.
“Hoy les anuncio que, en las próximas semanas, estaremos encaminando una acción legislativa sin precedentes, que perseguirá el inicio de un proceso formal de diálogo entre el pueblo de Puerto Rico, el Congreso y la Casa Blanca a través de comités de negociación representativo de las tres alternativas de estatus reconocidas – la integración, la independencia y la asociación política – con igual participación e igualdad de recursos.
El propósito de este esfuerzo, es que el mismo culmine con una votación de los electores hábiles sobre sus preferencias de estatus. No obstante, esa iniciativa descansará sobre un procedimiento informado y bajo un mecanismo certero que deje fuera el discurso demagógico y las ofertas irreales que solo confunden al electorado.
Para lograrlo, sin embargo, ese comité de diálogo -que surge de la rama constitucional más representativa del pueblo- habrá de concertar una mesa de trabajo, siguiendo las guías del estatuto federal que fuera firmado por el presidente Barack Obama en el 2014, el cual ordena la realización de un proceso de validación de las tres fórmulas de estatus ante el Departamento de Justicia federal, como paso previo a cualquier votación.
Esa es la forma seria de atender este asunto y de lograr una consulta vinculante con el gobierno de los Estados Unidos. Los miembros de los comités de negociación serán seleccionados, inicialmente, por los partidos políticos representativos de cada sector ideológico, pero haciendo la salvedad que, si algún partido político declina integrarse al esfuerzo, el mecanismo proveerá para que otros grupos y ciudadanos reconocidos como defensores de determinada fórmula, puedan asumir la representación de esa ideología.
En otras palabras, nadie tendrá el poder de veto sobre este proceso. Igualmente, habrá espacios para aquellos partidos o grupos -como la sociedad civil- que, si bien no han asumido una preferencia sobre una fórmula de estatus en particular, puedan aportar su insumo e integrarse al éxito de este esfuerzo.
El objetivo es sencillo. Si el pueblo desea modificar su estatus actual, debe hacerse sobre bases claras e información precisa.
A manera de ejemplo, si Puerto Rico desea ser un estado de la Unión, que el país sepa antes de votar, cuáles serán las implicaciones sobre los impuestos federales en la economía local; que pasará sobre el pago de la deuda; sobre la pérdida de la autonomía deportiva, el efecto sobre nuestra identidad cultural y los requisitos de transición que exigirá el Congreso incluyendo, el tema del inglés en las escuelas y la posible exigencia de una super mayoría.
Asimismo, si el pueblo desea convertirse en un país soberano e independiente, que se conozcan también las consecuencias sobre la pérdida de la ciudadanía americana por nacimiento, la reducción de los programas de asistencia y la pérdida de fondos federales. A esos efectos, les anuncio que en la primera reunión de la Conferencia Legislativa de la próxima sesión ordinaria que comienza en agosto, presentaré el asunto para iniciar este esfuerzo.
Finalmente, no puedo culminar mis palabras sin dirigirme ahora al pueblo estadolibrista. A los miles de puertorriqueños y puertorriqueñas que ven en la obra de Luis Muñoz Marín, el presente de sus aspiraciones y el futuro de sus hijos.
De todos los sectores ideológicos, somos nosotros -el centro político del país- los que mayor responsabilidad tendremos a la hora de insertarnos en un proceso de atención al asunto del estatus.
Y asumiremos esa responsabilidad, porque nuestra propuesta parte del estado de derecho vigente y no de ideas abstractas. La ecuación es sencilla: la anexión no tiene los votos en el Congreso y la independencia no tiene los votos aquí en la isla.
Esa realidad innegable nos coloca nuevamente ante la historia, como la solución responsable, práctica y pragmática. Es el Estado Libre Asociado el punto de encuentro de todos los puertorriqueños, donde se puede armonizar nuestra realidad de quien valora su ciudadanía americana por nacimiento y su relación con los Estados Unidos; pero también de quien exige respeto a nuestra realidad como un pueblo latinoamericano y caribeño que no está dispuesto a renunciar a su identidad, a su cultura ni a su historia.
La faena que nos toca, es evitar que la polarización de los sectores políticos, nos dirija los destinos bajo un clima de desasosiego e incertidumbre. Por eso, los defensores del desarrollo del Estado Libre Asociado nos convertiremos -una vez más- en el espacio de conciliación y armonía entre todos los puertorriqueños. Esa acción es lo que evita el choque entre los extremos políticos que ven en su discurso ideológico su única razón de ser.
Ahora bien, para lograr el éxito que nos corresponde, tenemos que unirnos en una sola voz y una sola agenda. Tenemos que dejar a un lado el fraccionamiento, el protagonismo desmedido y la agenda individual sobre la agenda colectiva. Quiero repetir esto: para lograr el éxito que nos corresponde, tenemos que unirnos en una sola voz y una sola agenda. Tenemos que dejar a un lado el fraccionamiento, el protagonismo desmedido y la agenda individual sobre la agenda colectiva.
Y tenemos que hacerlo porque, en esta misión, todos somos indispensables. Y lo somos, porque contrario a lo que algunos piensan, los estadolibristas estamos muy claros en lo que queremos. Queremos el respeto al gobierno propio; queremos proteger nuestra identidad cultural y nuestra soberanía deportiva; queremos mantener una relación con los Estados Unidos que se fundamente en la voluntad del pueblo a través del voto.
De hecho, en el ELA de futuro no puede haber una Junta de Supervisión Fiscal.
Continuaremos promoviendo una sociedad más justa y equitativa; donde la lucha contra la pobreza tiene que seguir siendo la agenda moral de todo ciudadano y donde la familia sea el eje central de la transformación social que se necesita. Y en esa agenda abriremos nuevas oportunidades de progreso para nuestros jóvenes.
Tengamos claro que, para lograr esas metas, enfrentaremos grandes retos. Vendrán tiempos difíciles y tempestades. Pero si unimos nuestros corazones y remamos todos juntos hacia la misma dirección, llevaremos el barco a puerto seguro y habremos honrado la memoria de Luis Muñoz Marín.
Exclamando con orgullo, ¡Que Bueno es el Estado Libre Asociado!”, expreso el líder senatorial en parte de su mensaje.