A solicitud del Departamento de Justicia, a través de la Oficina del Procurador General, el Tribunal de Apelaciones ordenó incrementar, de 169 a 228 años, la sentencia emitida contra José Carlos Aponte Ramos, convicto por haber perpetrado una masacre en Trujillo Alto, el 1 de enero de 2020.
Tras confirmar el veredicto de culpabilidad por todos los cargos imputados por la Fiscalía de Carolina, el Tribunal de Apelaciones revocó el dictamen de la jueza Gema González, quien había sentenciado a Aponte Ramos a cumplir 169 años en prisión por haber asesinado a su primo, la esposa y dos hijos gemelos de la pareja, de tan solo nueve años. El Tribunal de Apelaciones ordenó al Tribunal de Primera Instancia emitir lo que equivale a 228 años de prisión.
Además, confirmó la sentencia por violaciones a la Ley de Armas y tentativa de asesinato contra el hijo de 15 años de la pareja, único sobreviviente y testigo principal de los hechos.
En este caso, el Tribunal disolvió el jurado en un primer juicio porque no pudo rendir un veredicto de unanimidad. Sin embargo, al celebrarse un segundo juicio el jurado emitió un veredicto de culpabilidad por todos los cargos imputados por la Fiscalía de Carolina. Ambos juicios fueron litigados por los fiscales Mario Rivera Géigel y Juan Domínguez Villegas.
En su decisión, el Tribunal de Apelaciones no le dio paso a los argumentos de la defensa y reconoció que la prueba presentada por el Ministerio Público contra el acusado fue tan contundente que, aun si los considerara, no cambiaría el veredicto.
El Tribunal de Primera Instancia deberá celebrar una vista para dar cumplimiento a lo ordenado por el Tribunal de Apelaciones.