San Juan, P.R. (22 de marzo de 2023) – Unas 350 mil personas en la Isla podrían tener la enfermedad renal crónica y no saberlo, según el Consejo Renal de Puerto Rico (PR). Ante este panorama y en el marco de la celebración del mes del riñón, la encargada de la administración, calidad y relación con planes médicos del programa de Enfermedad Renal Crónica o CKD, por sus siglas en inglés, Tatiana Vélez, alertó sobre la urgencia de que más instituciones ofrezcan los servicios que esta población necesita de forma preventiva.
“En PR es urgente que se atienda la necesidad de este nivel de cuidado y que, de alguna manera, provoquemos la implementación de programas dirigidos al cuidado temprano del riñón en más clínicas especializadas con el propósito de evitar el progreso acelerado de la condición y exacerbaciones severas de condiciones crónicas como la diabetes o la hipertensión”, explicó Vélez, quien es una profesional de la salud con más de 22 años de experiencia en la práctica en hospitales, atención primaria y con aseguradoras.
Según mencionaron, el Consejo Renal de PR también informó que cerca del 69% de los pacientes que se encuentran en etapa terminal de la enfermedad renal tienen un diagnóstico primario de diabetes.
Datos estadísticos del Departamento de Salud de PR indican que, en el 2021, se estimó que el 16.8% (456,640) de los adultos viven con diabetes. Es decir que aproximadamente 1 de cada 6 adultos tiene diabetes en PR. Además en el 2020, la diabetes ocupó la tercera causa de muerte en la isla.
“Debemos tener presente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la diabetes es una las principales causas de insuficiencia renal. De igual manera, en estos momentos la Isla se encuentra en los primeros diez países con mayor incidencia y prevalencia de pacientes en diálisis, tratamiento brindado en la etapa severa de la enfermedad renal. El 49% de los pacientes llegan a diálisis sin haber visto un nefrólogo o haber recibido servicio especializado en este campo de la salud”, informó Vélez.
Para atender esta situación se ha implementado el programa CKD en ocho clínicas de PR Renal Health, para las que Provider Network Solutions ofrece servicios de administración, monitoreo, reportes operacionales y relación con las aseguradoras en diversos pueblos, alcanzando a más de 1,100 pacientes durante 2022.
Las clínicas brindan servicios centrados en el paciente tanto en su condición física, mental y determinantes sociales. Cuentan con un equipo multidisciplinario de nefrólogos, endocrinólogos, educadores en salud, trabajadores sociales, nutricionistas y personal de enfermería. El paciente no tiene que moverse a otro lugar para realizar sus evaluaciones, laboratorios y recibir tratamientos.
El Chief Operations Officer de Provider, el Lic. Nardy Delgado destacó que el programa es innovador porque integra todos los componentes del ecosistema que trabajan con esta condición, médico primario, especialista y aliados de la salud. “En síntesis el paciente es el centro del programa. Es importante destacar el acceso a un solo expediente electrónico donde se fomenta una comunicación continua entre médico primario, el especialista y equipo multidisciplinario sobre el manejo de la enfermedad. De esta forma, el médico primario puede mantener a sus pacientes renales estables, libres de complicaciones y con los servicios necesarios”, mencionó.
De igual manera, Vélez, quien además es Directora de Programas Clínicos de Provider, reiteró que “hemos tenido excelentes resultados en la salud de los pacientes participantes de nuestro programa. Tenemos pacientes que su función renal está baja pero se ha evitado llegar a la necesidad de diálisis con la utilización de fármacos, nutrición y de la mano del nefrólogo. Por eso hemos decidido compartir nuestra experiencia para que otros pacientes se puedan beneficiar de los servicios en las ocho clínicas, y así impactar de forma holística su calidad de vida. Al final, lo que todos deseamos es un Puerto Rico más saludable y con acceso a los servicios necesarios”.
Según explicó, los pacientes se gradúan del programa cuando obtienen estabilidad de sus condiciones crónicas y cumplen con los estándares clínicos determinados. Estos continúan con el cuidado del nefrólogo y el equipo multidisciplinario en la clínica, como su médico especialista. Otros beneficios que se han evidenciado son la reducción de la frecuencia en el uso de la sala de emergencias y reducción en las admisiones hospitalarias innecesarias.
En las clínicas se facilita el cumplimiento de medidas de calidad reguladas por el Center of Medicare and Medicaid Services, (CMS) y la Administración de Seguros de Salud de PR (ASES).