11 de diciembre de 2024 – Tras 87 años de la trágica Masacre de Ponce ocurrida el 21 de marzo de 1937, uno de los eventos más significativos y dolorosos en la historia de Puerto Rico, y luego de 53 años bajo la custodia privada de un hogar para su preservación, una emblemática bandera de Puerto Rico utilizada durante este suceso histórico ha sido oficialmente develada. A partir de ahora, esta pieza invaluable estará resguardada en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, donde podrá ser apreciada por el público general.
“La bandera, que conserva manchas de sangre de los héroes de aquella gesta histórica, fue limpiada y adecuada para garantizar su preservación histórica”, expresó Julio Fontanet Maldonado, decano de la Facultad de Derecho. “Para nuestra comunidad universitaria constituye un gran honor exponer esta segunda bandera preservada de la Masacre de Ponce. Somos conscientes de la responsabilidad de preservarla y de hacerla accesible al pueblo puertorriqueño. Agradecemos profundamente al destacado músico y compositor Francisco “Papio” Paz, quien ha custodiado esta bandera desde 1971, por depositar su confianza en nosotros”, indicó. Fontanet Maldonado añadió que “para nuestra comunidad universitaria constituye un gran honor poder exponer la segunda bandera preservada de lo que fue la Masacre de Ponce.
Por su parte, Paz explicó que “por las pasadas décadas, he tenido el privilegio y honor de custodiar esta Bandera Viva que tanto significa en nuestra historia. No existen palabras para describir los sentimientos y emociones que he tenido luego de tanto tiempo y saber que finalmente estará guardada en condiciones de conservación rigurosas y expuesta al público a partir de este glorioso día, y en esta Facultad de Derecho, de la cual soy egresado”. También acotó el reconocido gerontólogo y abogado que “tuve el honor de presentar esta histórica bandera a las patriotas Lolita Lebrón e Isabel Rosado cuyas firmas la bandera ostenta, así como al patriota y poeta Juan Antonio Corretjer, lo que ha sido una parte sumamente significativa en esta travesía de proteger un lienzo histórico de nuestra lucha nacional”.
Eduardo Martín Guardiola, reconocido publicista puertorriqueño, abundó sobre la concertación de esfuerzos para develar esta valiosa bandera. “Desde que el amigo Willie Paz, hijo de Papio, me hizo el acercamiento para que me encargara de buscar la forma de compartir esta bandera públicamente, sentí un profundo sentimiento de responsabilidad acompañado de emociones mixtas de honor y orgullo inmediatamente”, agregó Martín Guardiola, “pensé en este recinto universitario, en la Facultad de Derecho de la Inter, que tanta trayectoria tiene apoyando proyectos culturales e históricos y que tanta identificación tiene con las causas justas del país”.
El doctor José “Che” Paralitici, distinguido historiador e investigador y quien fue el orador invitado en los actos de develación, sintetizó sus palabras inaugurales señalando que “la tragedia de la Masacre de Ponce no puede quedar en el olvido, como tampoco la valentía y la dignidad de Dominga de la Cruz Becerril al proteger una de las banderas de la patria que acompañaban el desfile. Hoy una de esas banderas estará custodiada por la Facultad de Derecho de la Interamericana, con honra y con la memoria viva de los que supieron enarbolarla con honor y defenderla con sacrificio”.
El decano Fontanet Maldonado subrayó que la bandera estará expuesta en la biblioteca de la Facultad de Derecho. Asimismo, amplió sobre el importante detalle del cuidado del lienzo. “La tarea de limpiar la bandera y prepararla para su preservación futura estuvo a cargo de la conocida conservadora textil, historiadora y antropóloga Soraya Serra”, añadió.
En tanto, Serra narró cómo la conservación de la bandera se concentró en tareas de prevención. “Comenzamos con limpieza mecánica para remover el polvo. Suavizamos dobleces y arrugas para evitar roturas de las fibras. Removimos las cintas adhesivas sobre las firmas de Lebrón y Rosado para evitar que continuara la oxidación en las áreas en contacto. Observamos varias manchas creadas por una sustancia líquida que coincidían con la historia oral asociada con la bandera y no se removieron por ser parte intrínseca de su historia. Para la exposición temporal, el textil se ha colocado sobre una superficie plana acolchada con costuras de conservación. Su preservación a largo plazo requiere evitar y bloquear la luz y las plagas, factores que inciden en su deterioro”, detalló Serra.
UN POCO DE HISTORIA – De la mano de Papio Paz
Cuenta el reconocido pianista que, durante una fiesta en Utuado en 1971, Félix Grajales se le acercó para indicarle que quería depositar en sus manos un tesoro nacional: Se trataba de dos banderas de Puerto Rico que habían “estado” en aquella manifestación del Domingo de Ramos de 1937 que tan trágico final tuvo.
Grajales, no obstante, le hizo varias aclaraciones y advertencias al joven pianista de treinta y tantos: de las dos banderas, una tiene manchas de sangre; la otra no. “Esta última”, le dijo, “la colocarás sobre mi ataúd cuando yo muera”. A los tres años apenas de ese encuentro en una finca de Utuado, Papio Paz cumplía con esa voluntad de Grajales en una funeraria de Coamo.
La segunda bandera, la que ostenta las manchas de sangre, siguió custodiada por Paz, quien tuvo la afortunada idea de compartir la bandera con dos mujeres fundamentales en la lucha anticolonial de Puerto Rico: con Lolita Lebrón, quien el 13 de abril de 1985 estampó su firma, con tinta azul, en la bandera y con Doña Isabelita Rosado, quien imprimió su rúbrica cerca de la de Lolita, pero con tinta negra, el 27 de mayo de 1992. Ambos sucesos se dieron en la casa de Paz en Miramar.
Otros personajes comienzan a intervenir en esta historia a principios de 2023. Guillermo “Willie” Paz, publicista hijo de Papio, se comunica con Eduardo “Cachorro” Martín Guardiola, otro publicista con quien Paz comparte una amistad de décadas, y le indica que su padre, quien ya cuenta con 85 años, tiene esa histórica bandera, que quisiera hacer algo en torno a ella antes de morir: Papio Paz desea sacarla “del secreto” en que ha estado por más de cinco décadas y, además, dejarla en buenas manos.
Así es que en breves palabras llega esta bandera viva a las manos del decano Julio Fontanet Maldonado y la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana para su preservación, custodia y exposición al público en su biblioteca