Su determinación y perseverancia han sido clave para superar los desafíos que se le presentaron en el camino hacia su éxito académico. Nació con el diagnóstico de perlesía cerebral, lo que afecta su movilidad pero no su espíritu luchador de ir en pos de lo que se propone.
Kevin Varela Valentín, un joven valiente y decidido, obtuvo su grado de Maestría en Administración de Empresas (ADEM) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), durante la centésima décima graduación de la institución.
«Este logro para mí es la combinación de un camino sumamente largo, lleno de retos, metas cumplidas y momentos difíciles en los que llegué a dudar de mi capacidad, pero en todo ese proceso me pude probar a mí mismo que ninguna prueba puede más que cumplir mi sueño», sostuvo el colegial de 27 años.
Antes de obtener su maestría, Kevin ya se había graduado del RUM con un bachillerato del Departamento de Ciencias Sociales con concentración en Ciencias Políticas y menor en Relaciones Internacionales en 2019, con altos honores. Después de un año de pausa, decidió iniciar estudios graduados en ADEM.
«Me encantó, ya que para mí fue una nueva etapa porque hasta cambié de Facultad. Era como cambiar de ambiente, aunque estuviera en el mismo Recinto», agregó.
A lo largo de su trayectoria educativa, Kevin ha dependido de su silla de ruedas motorizada para desplazarse. Ya en su etapa de estudiante graduado pudo obtener una silla más pequeña que le facilitó moverse con más eficiencia, aparte de que tenía la ventaja de que todas las clases se impartían en el mismo edificio.
«La deficiencia cerebral es una condición que supuestamente te limita, pero yo soy el ejemplo de que no», puntualizó.
El joven aguadillano inició sus estudios de bachillerato en la Universidad de Puerto Rico (UPR), en Aguadilla, luego se transfirió al RUM para terminar su bachiller y ahora su maestría.
«Cuando te acoplas al ritmo del Colegio te das cuenta de que te educan para sobresalir. Al entrar a esta Universidad, me percaté que hacen honor a su misión: preparar profesionales de excelencia. Entonces, me pude probar a mí mismo ya que cuando uno tiene la mentalidad correcta, cada obstáculo te enseña algo. Así es el RUM, una institución difícil en el momento, pero al fin y al cabo te enseña más de lo que tú pensabas», afirmó.
Agradeció a su familia el apoyo incondicional durante sus jornadas educativas.
«Por ellos es que yo estoy aquí. Me enseñaron, desde muy pequeño, que una condición y una mentalidad no son sinónimos. Cuando tienes una familia que, a pesar de todo lo que pasas, te crían de la manera más normal posible, vas con la mentalidad de que una condición o un impedimento no te definen como persona», enfatizó.
Con su doble formación en Ciencias Políticas y Administración de Empresas, Kevin opina que cuenta con la preparación para enfrentar el mercado laboral.
«Siento que las dos ramas que estudié me van a dar una ventaja en cualquier ámbito de trabajo, porque no es una mezcla que todo el mundo haga. Esas dos áreas son bien necesarias», concluyó.