La Policía informó sobre la incautación de un cargamento de pirotecnia en el barrio Santa Rosa III, considerada la mayor de la década y con un valor que podría superar los 600,000 dólares, según estimaciones preliminares.
“La pirotecnia ilegal no es un juego y puede causar daño a mascotas, adultos mayores y personas con condiciones como el autismo. Además, representa un peligro para quienes la usan. Vender material aéreo o explosivo sin permiso conlleva sanciones criminales, desde multas hasta prisión”, señaló el Comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa en declaraciones escritas.
Según el parte policíaco, el operativo surgió de una investigación que llevó a los agentes a allanar, con una orden judicial, dos furgones de 45 pies ubicados en el Guaynabo Rental Park. Los sargentos Carlos Rossy Santana y Luis Cruz Andaluz, junto con el teniente Agustín Crespo, estuvieron al mando de la operación, que resultó en la confiscación de cientos de cajas llenas de diferentes tipos de fuegos artificiales.
La Policía precisó que entre los artículos incautados hay artefactos que se venden por 250 a 300 dólares cada uno en el mercado negro, ya que son ilegales. Estos incluyen baterías que disparan 191 veces al aire, generando un espectáculo de luces similar al de los fuegos artificiales profesionales.
Se informó que, una vez autorizado por el fiscal del caso, la división de Explosivos de la Policía procederá al decomiso del material, siguiendo procedimientos de la Environmental Protection Agency (EPA). La investigación sigue en curso para determinar posibles cargos contra los propietarios del cargamento y forma parte del Plan Integral de Seguridad, coordinado por la Superintendencia de Operaciones Especiales.
