Cayey – El presidente de la Asociación de Personal Docente de la Universidad de Puerto Rico en Cayey (APD/UPR-Cayey), profesor Humberto Malavé Núñez, denunció hoy que los problemas en el Sistema de Retiro y la Administración Central de la Universidad de Puerto Rico son tan graves que en ocasiones ha ocasionado que los empleados del sistema universitario pospongan su retiro.
En carta al Dr. Luis Ferrao, presidente de la UPR, Malavé Núñez solicitó su inmediata intervención para evitar que se continúe “deteriorando”.
El líder docente enumeró una serie de irregularidades que describió como “increíbles”, desde problemas con la seguridad de los documentos, muchos de ellos confidenciales, que se deben entregar, hasta burocracia, intervención de la Administración Central de la UPR, escasez de personal y otros inconvenientes que hacen difícil, cuando no imposible, retirarse en el tiempo esperado.
“Las situaciones van desde no contestar llamadas telefónicas a no responder los correos electrónicos. Y cuando uno decide presentarse en las oficinas de Retiro en Río Piedras, ha ocurrido que un guardia de seguridad privada no permite que se pase a esas oficinas y solicitaba que los documentos se le entregaran a él”, denunció el profesor universitario. Asimismo, cuando no está el guardia privado, colocan una caja para que se depositen los documentos y estos quedan accesibles a terceras personas, un riesgo que algunos aspirantes a retirarse no corren, manifestó.
Un problema mucho más grave, añadió el presidente de la APD/UPR-Cayey, es que Retiro puede tardarse entre ocho y 12 meses en emitir el primer pago de la pensión, lo que deja en indefensión al pensionado durante todo ese tiempo, pues no todos los que se retiran tienen ahorros suficientes para sobrevivir ese tiempo tan extenso.En la práctica, indicó, los problemas en el Sistema de Retiro desalientan el retiro.
“Luego de treinta años o más de servicios a la Universidad de Puerto Rico lo menos que merecemos los empleados es un trato digno y de respeto en agradecimiento por haber dado lo mejor de nuestros años en beneficio de la Universidad. La situación actual envía un mensaje de poco agradecimiento y de tratar a todos los servidores públicos del Sistema como desechables”, se lamentó.
Por información recibida, el líder docente mencionó que Retiro-UPR tiene una grave deficiencia de personal “y el hecho que todos los trámites para el nombramiento de nuevos empleados se tienen que llevar a cabo a través de la Oficina de Recursos Humanos de la Administración Central.” Retiro-UPR mantuvo alguna vez sus operaciones con sobre 65 empleados y hoy día cuenta con 30 para servir a sobre 18,000 participantes activos y jubilados.
Agregó que Retiro-UPR tiene 22 puestos presupuestados desde el año fiscal 2021, sin embargo, Recursos Humanos de la Administración Central no ha logrado agilizar los nombramientos porque “también tiene personal limitado para resolver todas las situaciones que su oficina atiende regularmente”. Desde la presidencia de la UPR se corren los asuntos de recursos humanos del Sistema de Retiro-UPR.
“La información que se me ha suministrado es que Retiro-UPR pudiera agilizar los procesos si Recursos Humanos de la Administración Central le transfiere los documentos del personal de Retiro para que haga todos los trámites de su personal”.
Malavé Núñez reveló que luego de una sentencia judicial que le quitó la fiducia del Sistema de Retiro a la Junta de Gobierno a la UPR y se la otorgara a Retiro-UPR, la Universidad debió comenzar un período de transición para que Retiro, entre tras cosas, estableciera su propia Oficina de Recursos Humanos, lo cual no se ha iniciado todavía.
“Independientemente de las situaciones legales entre la Junta de Retiro y la Junta de Gobierno, recomiendo que usted como Presidente de la UPR, dé las instrucciones para que se proceda con carácter de inmediato la transferencia de todos los expedientes de personal al Sistema de Retiro. También que se provea a Retiro los accesos a los sistemas de administración de recursos humanos para que se logre normalizar los servicios a todos los distinguidos empleados de la UPR que se han ganado el derecho a un trato y un retiro dignos. No podemos tolerar que los empleados activos y nuestros jubilados queden rehenes de un proceso de transición. No hay excusa posible para lo que está ocurriendo”, aseveró el líder docente.