Con sumo pesar acogemos la noticia sobre el deceso de del Papa Emérito Benedicto XVI. A nombre de la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico y a nombre propio le he expresado al Papa Francisco nuestra tristeza y profundas condolencias.
Agradecemos profundamente su intenso y rico pontificado, especialmente por su valentía y humildad: para este servidor la grandeza de Benedicto XVI fue su humildad. Su imagen en los medios de comunicación no logró presentar adecuadamente la sencillez y humildad de su persona, su compromiso con la doctrina social de la Iglesia, y su defensa de los temas relacionados con la protección del ambiente. Inició los esfuerzos de la Iglesia para repudiar y eliminar los abusos sexuales, especialmente de menores en la Iglesia Católica. Le agradecemos su legado espiritual, su hondura teológica que seguirá impactando la Iglesia y su coherencia de vida.
Benedicto XVI fue una bendición singular para la Iglesia Universal, como teólogo, como Prefecto de la doctrina de la Fe, y posteriormente como Papa porque quiso hacer entender y razonables los conceptos de la fe en un mundo cambiante. Fue un Papa de profunda intelectualidad, atinado y paciente discernimiento. Su fina intelectualidad y sapiencia nunca riñeron con su humildad y sencillez. Recuerdo que su diálogo, cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el Padre Gustavo Gutiérrez duró varios años y en privado. Lograron varios acuerdos entre ellos.
Entre sus mayores legados a la Iglesia, nos deja sus escritos, especialmente sus libros sobre Jesús de Nazaret, una joya teológica sobre la vida de Jesús. Su sabiduría permanecerá con nosotros en sus escritos como importantes puntos de referencia. Soy testigo de su bondad y ternura. que caracterizaron se estilo de vivir la vida con respecto, amor y sencillez. Me apoyó durante varios momentos de crisis como obispo antes y después de ser Papa.
Benedicto XVI nos dio una enorme gesta de humildad y desprendimiento el 11 febrero de 2013, al anunciar su renuncia al pontificado. Ningún Papa había renunciado en los pasados 584 años. Cuando Benedicto lo hizo fue una decisión inesperada y de mucha valentía, humildad y reflejaba una gran libertad interior y conciencia histórica. Su deseo de dedicar lo que le restaba de vida a la oración y reflexión sigue inspirando. Así fue Benedicto XVI, un Papa de honda humildad y su profundo amor a Cristo y a la Iglesia.
En el caso nuestro, Puerto Rico, le dio su cercanía y solicitud pastoral al acoger la petición de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña de erigir la nueva Diócesis de Fajardo-Humacao y nombrar su Obispo Fundador, Mons. Eusebio Ramos Morales. Pido encarecidamente a nuestros sacerdotes celebrar una santa misa en sus parroquias por el descanso eterno del alma de Benedicto XVI durante el mes de enero, 2023.
El Papa Benedicto nació un Sábado Santo y se marcha de este mundo un día tan especial para la Iglesia como lo es la Víspera de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. En su primera Misa como Papa en esta solemnidad en el 2005, con relación a Santa María Madre de Dios expresó: “Pidamos a María que interceda por nosotros, que nos acompañe con su protección maternal hoy y siempre, para que Cristo nos acoja un día en su gloria, en la asamblea de los santos…” Oremos para que Santa María interceda por su querido hijo Benedicto y desde hoy sea acogido a la asamblea de los santos y santas de Dios.
Que su alma y la de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amen.