UTUADO – El alcalde de Utuado, Jorge Pérez Heredia sostuvo este jueves, que alrededor de un 90 por ciento de la empleomanía municipal ya está vacunada, esto, tras la nueva orden ejecutiva del gobernador Pedro Pierluisi para obligar a todos los empleados públicos a que se vacunen contra el COVID-19.
“El COVID está con nosotros. Eso no lo despinta nadie. En el municipio estuvimos tres semanas con cero casos. Ya hoy tenemos 18 casos y la realidad es que nos preocupa porque luego de tres semanas que ocurra un despunte, eso es de preocuparnos”, dijo el alcalde Pérez Heredia.
“Casi el 90 por ciento de nuestra matrícula de empleados en el municipio está vacunada y hacemos el llamado a nuestro pueblo, y nos preocupa porque se han tenido que llevar las vacunas porque hay mucha gente que no se quiere vacunar. Y queremos un rebaño en masa de por lo menos un 70 por ciento, y no llegamos a un 50 por ciento”, añadió.
“Le hago un llamado a que se vacunen y que los niños mayores de 12 años a que se vacunen, así como a todos los que se puedan vacunar, que se vacunen. Si no, todos los lunes, deben llevar una prueba negativa”, advirtió.
Ante el alza registrada en los últimos días por contagios de COVID-19, y en aras de salvaguardar la salud de toda la población, el gobernador, Pedro Rafael Pierluisi Urrutia, ordenó ayer, mediante la Orden Ejecutiva 2021-058 que a partir del 16 de agosto próximo las agencias del gobierno requieran a todos sus empleados que trabajen de forma presencial estar debidamente vacunados contra el COVID-19.
Igualmente, a través de la Orden Ejecutiva se hacen recomendaciones a los municipios, a la Rama Judicial y a la Rama Legislativa, así como a patronos privados.
Mencionó que estarán exentos de estar inoculados con la vacuna contra el COVID-19 los empleados cuyo sistema inmune esté comprometido, que son alérgicos a las vacunas o tienen alguna otra contraindicación médica que impida la inoculación. Esto deberá ser certificado por un médico autorizado a ejercer su práctica en Puerto Rico. Además, el médico deberá certificar la duración de la contraindicación médica. Una vez la contraindicación cese, la persona deberá cumplir con el requisito de vacunación.
Por otro lado, se permite, a manera de excepción, el no inocularse por motivos religiosos siempre y cuando la vacuna vaya en contra de los dogmas de la religión del empleado. Para cumplir con esta excepción, el empleado deberá presentar una declaración jurada junto al ministro de la religión o secta que certifique bajo juramento y sujeto a perjurio, que por causa de sus creencias religiosas no podrá ser inoculado contra el COVID-19.
