Melinda Romero dice que no va a entregar sus informes financieros a OEG porque entiende que no le aplica

Durante el día de hoy le hemos hecho llegar a una comunicación a la Oficina de Ética Gubernamental (OEG).  Esta comunicación establece primeramente que la OEG no me ha notificado la querella que están ventilando públicamente, y segundo que no es una obligación en Ley de los Delegados Congresionales radicar informes ante esa oficina reiterando que no lo haremos.

Como Legisladora cumplí por años con la obligación de rendir informes a la OEG, porque así lo requiere la Ley.  Radicar ese documento es sencillo, no toma tiempo, como tampoco le ofrece a los medios ni a la población ninguna información, DE NADA. Si la Ley me exigiera hacer esos informes, no tendría problemas en hacerlo, pero esto es un asunto de fidelidad a la Ley y no me dejaré amenazar ni amedrentar con los inuendos de enemigos de nuestra gestión por complacer el morbo capricho de unos y el entretenimiento de otros.

Al juramentar como Delegada Congresional radiqué un primer informe porque se nos hizo creer que se aprobaría legislación para incluir el requisito en la Ley, posteriormente el Senado de Puerto Rico derroto la medida y no prevaleció la inclusión del requisito en Ley.  Al eso no ocurrir, como pasa con otros funcionarios electos como los Legisladores Municipales o como sucedió con los miembros del Blue Ribbon, los Delegados Congresionales no están bajo la jurisdicción de la OEG.  La Ley no puede continuar siendo severa e inexcusable para los Estadistas y débil, flexible y perdonable para los que prefieren la Independencia o la humillante colonia.

La Ley nos exige un informe de gestión al Gobernador de Puerto Rico cada 3 meses, esos informes están, pero el morbo solo le interesa saber sobre los chismes de algunos; la discusión de los avances para la Estadidad siempre quedan para despues.

Yo no continuaré aplaudiendo como las focas, yo trabajaré y responderé por mis responsabilidades delegadas.

Los políticos y funcionarios públicos, pero particularmente todos los ESTADISTAS siempre somos medidos con una vara diferente. Eso ha sido así siempre y los ejemplos sobran. En mi caso no accederé a las motivaciones personales o de política de nadie. No soy culpable de nada, no he realizado nada incorrecto, pero hay algunos que sabiéndolo quieren hacer noticia con eso para confundir a la gente. Detrás de todo esto que se ha creado a sabiendas de que no existe tal obligación está el hecho de ridiculizar o minimizar la gestión de los Delegados Congresionales. Si éste grupo de Delegados fuera para buscar la Independencia para Isla o para que prevaleciera la colonia, jamás nos llamarían cabilderos. Las entrevistas sobre cada gestión serían destacadas y hasta cansarían, pero al tratarse de un grupo de Estadistas, hay que boicotearlos, minimizarlos y humillarlos. Los Estadistas tenemos que aceptar culpas sin tenerlas para complacer a algunos. Yo me cansé de eso y los Estadistas tenemos que darnos a respetar.

Yo sé lo mucho que les ha dolido a algunos la aprobación histórica de un proyecto de ley que permitirá a Puerto Rico realizar por primera vez un referéndum avalado por el Congreso y donde se le dá la estocada final al ELA, y que se haya dado con la presencia de nosotros aquí en Washington. Nuestras gestiones no se comunican porque son minimizadas por cosas triviales como con esto de la OEG para desviar lo que en realidad hacemos como Delegados Congresionales. Todo se va en lo superficial, lo pequeño y en lo que le interesa al que pregunta con una agenda prevista.

¿A cuenta de qué o de quiénes tenemos que detener los esfuerzos de trabajo para complacer agendas políticas sin contenido? ¿Por qué tenemos que permitir que nos empujen a la esquina del burro? ¿A cuenta de qué? Sepan los estadistas que seguimos siendo mayoría en Puerto Rico. Sepan los separatistas que seguimos estando arriba. Y sepan los bufones que ni nos intimidan sus gritos de sirena ni nos amedrentan los titulares de encargo.

Hacemos un trabajo serio. Logramos resultados evidentes. Conocemos la ley y la respetamos. Como también conocemos las intentonas de algunos. Así como sabemos identificar los intentos de menospreciar nuestra misión en pro de la estadidad y de un futuro sólido para el puertorriqueño que no quiere mudarse a un estado para recibir los beneficios de la estadidad. Estadistas en alerta. Los que nos tratan de minimizar tienen miedo porque cada proyecto y cada voto nos acerca a la estadidad. Protege lo tuyo. Protege a los tuyos. Y no te dejes guiar ni intimidar por los gritos de los chicos paralizados que todavía están boca a boca con el ELA del 52. O los que glorifican un salto al vacío del comunismo.

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