(Por Stella Ramírez, vicepresidenta del Sasfapr)
Para muchos, la temporada navideña es sinónimo de jolgorio y de compartir con amistades y seres queridos. ¡Cualquier excusa es buena para celebrar! Pero, frecuentemente, estas celebraciones culminan con el uso de pirotecnia, que a pesar de ser muy bonita, tiene tristes consecuencias en nuestras mascotas.
Los animales son mucho más sensitivos a los fuegos artificiales y los petardos. Los ruidos de las explosiones, el olor a pólvora y los cambios súbitos en la iluminación les causan terror. Este miedo puede manifestarse en intentos de escape y hasta en paros cardíacos que provocan la muerte. Sus cuerpecitos, simplemente, no pueden suportar las detonaciones.
Lo ideal sería no usar pirotecnia o utilizar alternativas más silenciosas. Se han desarrollado fuegos artificiales que producen menos ruido; sin embargo, su uso es muy limitado. Si vives en un área donde la pirotecnia es común durante la época festiva, debes tomar precauciones para evitar que tu mascota no se vea afectada.
Para protegerla, la mascota debe permanecer en el interior de la residencia. Si acostumbras pasear a tu mascota de noche, trata de hacerlo más temprano para evitar estar fuera cuando comiencen las detonaciones. Muchas veces, al escuchar el ruido, los animales entran en pánico e intentan buscar guarida. Esto puede resultar en que el animal huya despavorido y se pierda, o peor, que sea impactado por un vehículo mientras corre. También es crucial que la mascota esté debidamente identificada con un collar con chapita o ID integrado. Recuerda siempre tener fotos de tu amiguito peludo por si se pierde.
En el hogar, de ser posible, el animal debería estar en un cuarto con ventanas cerradas. Puedes, incluso, ponerle música o prender el televisor a un volumen moderado para disimular un poco los sonidos. Una camita, una frisa y su juguete preferido también son importantes para que la mascota pueda cobijarse y distraerse durante el epidosio de pirotecnia.
Algunos animales, como los gatos, prefieren esconderse durante el evento. Así que debes preparar una guarida para la mascota y dejar que la utilice durante los fuegos artificiales, pues estar escondidos les hace sentir protegidos. Es importante que no intentes sacar a la mascota de su escondite; saldrá cuando se sienta más tranquila.
Otra alternativa que existe es el uso de calmantes naturales para tranquilizar a la mascota. El uso de difusores de manzanilla u hormonas para los gatos, o lavanda para los perros, puede ayudar, pero el mismo se debe colocar antes de los fuegos artificiales. Si se espera al momento que comienzan las detonaciones, no tendrá efecto, pues ya la mascota estará agitada. Igualmente, hay medicamentos que se pueden administrar, pero se debe consultar con el médico veterinario para escoger el más adecuado y la dosis correcta.
A pesar de su belleza, la pirotecnia afecta a muchos seres. Las mascotas la sufren muchísimo, y se ha demostrado que también perjudican a gran parte de la población humana también. Personas con diversidad funcional, e individuos que padecen de ansiedad o trastorno de estrés postraumático (TEPT), entre otros, se ven muy afectados con el uso de fuegos artificiales y petardos. Queda de nosotros proteger a estos miembros de nuestra comunidad al evitar el uso de pirotecnia.
Celebremos la temporada navideña con compasión, empatía y solidaridad.