El Presidente del Consejo para la Gerencia de Recursos Humanos de Puerto Rico, Harry O. Vega Díaz, indicó que como parte del fortalecimiento y reafirmación del Principio de Mérito, la política retributiva en el servicio público debe ser estructurada a tono con las realidades fiscales del país, garantizando la uniformidad retributiva en la fijación y administración de los sueldos de los empleados públicos en Puerto Rico. La retribución es un aspecto esencial para el fortalecimiento del Principio de Mérito.
Vega Díaz mencionó que “la crisis fiscal por la que atraviesa el gobierno de Puerto Rico hace indispensable que se establezcan mecanismos para una aplicación juiciosa y restringida en el desembolso de fondos para la otorgación de salarios en el servicio público. Como medida de control debido a la situación fiscal por la que atraviesa el Gobierno, deben establecerse nuevos parámetros en los aspectos retributivos en el servicio público. La retribución uniforme debe contribuir a mantener estándares adecuados en la otorgación de salarios o el desarrollo de escalas retributivas para evitar que los sueldos se concedan fuera de la realidad fiscal gubernamental, y de forma desproporcionada en el sistema público”.
Vega Díaz, quien también fue Director de la Oficina de Capacitación y Asesoramiento en Asuntos Laborales y Administración de Recursos Humanos de Puerto Rico (OCALARH), indicó que “entiende que el servicio público debe contar con un sistema de retribución uniforme que facilite su aplicación mediante la adopción de normas claras y precisas que viabilicen el logro de nuestro objetivo, el cual es mantener un sistema retributivo basado en la uniformidad, la equidad y la justicia”.
“El Servicio Público debe concebirse como uno solo y se deben proveer los mecanismos necesarios para el establecimiento de un sistema uniforme de retribución que contribuya al fortalecimiento del Principio de Mérito”, expresó Vega Díaz. “En el Servicio Público se debe determinar, de acuerdo a sus necesidades y a su presupuesto, las estructuras de salarios que sean cónsonas con el sistema de clasificación o valoración de puestos y debe mantenerse al día las estructuras retributivas, de manera que éstas sean representativas de la realidad económica, capacidad fiscal y costo de vida en el país”, puntualizó Vega Díaz.
Por otro lado, Vega Díaz mencionó que “un Plan de Retribución debe ser desarrollado de manera que los sueldos a otorgarse a los empleados no rebasen el que devenga la autoridad nominadora. El Plan de Clasificación o Valoración de Puestos guarda relación directa en el desarrollo del Plan de Retribución, por lo que, la retribución debería ser una de las Áreas Esenciales al Principio de Mérito”.
Vega Díaz recordó que “en la actualidad existen cinco Áreas Esenciales al Principio de Merito. Estas son: Clasificación de Puestos; Reclutamiento; Adiestramiento; Ascensos, Traslados y Descensos; y Retención”.
Vega Díaz, quien tiene más de 35 años de experiencia en la gerencia pública, añadió que “son muchos los retos que encara el desarrollo del Sistema de Mérito en Puerto Rico. La uniformidad y garantía del mismo en la administración de los recursos humanos en el sector público del país debe estar presente para el fortalecimiento del Principio de Mérito”.
El sistema de mérito debe ocupar un lugar prominente en el servicio público, de manera que se garantice que los más aptos sirven al pueblo de Puerto Rico sin discrimen alguno, y a la vez mediante dicho sistema se contribuya al desarrollo económico de nuestro país. Las tendencias modernas de administración de recursos humanos requieren de procesos abiertos, inclusivos, participativos y transparentes. Para lograrlo, sólo hace falta visión, compromiso y voluntad, concluyó Vega Díaz.