Durante el próximo mes de junio, se va a estar conmemorando los 70 años del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Establecido vía proyecto de ley por la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, el 30 de junio de 1955, como una corporación pública dedicada al estudio, conservación, divulgación y enriquecimiento de nuestra cultura nacional.
Dicha cultura, identifica nuestras características como pueblo y nos define como sociedad ante el mundo. Su misión desde entonces es desarrollar y difundir, los monumentos o estructuras históricas, así como las artes plásticas, teatrales y musicales. Además, de ser custodio del patrimonio documental e intelectual del Archivo General y/o la Biblioteca Nacional, y promover investigaciones, grabaciones o publicaciones, que son las virtudes intelectuales y morales que constituyen nuestra esencia como pueblo. En el caso de Puerto Rico, por asuntos gubernamentales e históricos -sin importar la época-, siempre se ha visto en la necesidad de tener que defender su identidad cultural. Y en ese sentir, estamos de acuerdo a el legendario fundador del ICP, Dr. Ricardo Alegría, cuando afirmaba: “nuestra cultura prevalecerá, no importa las transformaciones económicas, sociales y culturales que tengamos que afrontar”.
En la mañana de hoy, se hace público un Proyecto del Senado (#273) que clasificamos como uno lamentable, pues busca según su “Sección 3”, derogar la Ley Núm. 89 -que crea el ICP- y transferir “todos los activos, personal, contratos, bienes muebles e inmuebles” al Departamento de Desarrollo Económico (DDEC). En otras palabras, integrar a esa oficina todos los esfuerzos que, por casi siete décadas, ha invertido el ICP en proteger y difundir nuestra herencia cultural de generación a generación. Por tal razón, la Junta de Directores del Colegio de Actores de Puerto Rico, repudiamos las pretensiones de este proyecto.
Por el contrario, exhortamos al nuevo gobierno en funciones a ejercer su responsabilidad de apoyar al Instituto de Cultura, al cual en los pasados años se le ha ido recortando sus fondos de forma asombrosa. Creemos que esta administración debe crear lazos para unir esfuerzos en pro del desarrollo cultural, un asunto que une a todos los puertorriqueños. Al fin de cuentas, es el propio gobierno a quien le corresponde que el ICP esté funcionando al máximo de sus capacidades, al igual que el resto de sus entidades.
Hacemos estas declaraciones a nombre de la clase actoral y teatral del país que, siempre ha servido de aliado al Instituto de Cultura desde su fundación. Hay que recordar que la comisión asesora que puso en marcha el Programa de Fomento y Divulgación de las Artes Teatrales, estableció desde el 1958, el Festival de Teatro Puertorriqueño, al que se le unieron luego los festivales de teatro internacional y el de vanguardia. De esta iniciativa, se estableció una cultura de producción teatral de carácter profesional de manera continua hasta el sol de hoy, siendo fuente de ingreso para todos los involucrados en esas producciones, especialmente, nuestros actores. Apoyamos la permanencia y el fortalecimiento del ICP, también a nombre de los fundadores que lucharon por su existencia, como lo fueron, Francisco Arriví, Emilio S. Belaval, Leopoldo Santiago Lavandero, Gilda Navarra, René Marqués, Manuel Méndez Ballester y Victoria Espinosa, entre muchos otros. José Vidal Martínez Presidente, Colegio de Actores de Puerto Rico.