El Ombudsman de Puerto Rico, Edwin García Feliciano, describió que la paciencia, madurez y tolerancia del elector puertorriqueño en los pasados comicios, es el mejor referente de la solidez de los procesos democráticos en la Isla.
Señaló el Procurador del Ciudadano que la experiencia vivida por prácticamente la mayoría del electorado, de esperar hasta tres horas para emitir el sufragio sin que por ello abandonara los colegios de votación, refleja el aspecto medular que le concede el puertorriqueño al valor del voto.
Al felicitar a la ciudadanía tras la culminación de unos comicios concurridos y sin incidentes, García Feliciano destacó que aún con las deficiencias de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), el pueblo que acudió a las urnas mostró su determinación en superar cualquier obstáculo para expresar libremente su voluntad.
“Este es el verdadero mensaje que cala hondo, sobre el valor y el respeto que le concedemos al poder del voto para transformar el sistema de gobierno”, apuntó García Feliciano.
No obstante, fue crítico de la apatía de la CEE de reconocer a los funcionarios de la Procuraduría que dirige, como observadores del proceso.
“Lamento que la Comisión Estatal de Elecciones no certificara a la Oficina del Procurador del Ciudadano como observador del proceso. Ni siquiera recibimos una respuesta, fuera afirmativa o negativa, sobre nuestra petición”, expresó el Ombudsman.
Independientemente de ello, García Feliciano agradeció a todos los funcionarios de los partidos políticos en la CEE y fuera de ella, por la labor realizada, como por servir de custodios de nuestro proceso democrático.
Siendo un exalcalde, el funcionario describió que el entusiasmo y fervor partidista, nunca opacó la verdadera celebración que era, celebrar unas elecciones tranquilas, con garantías de transparencia y honestidad, de que cada voto sería contado y respetado.
Precisamente dijo García Feliciano, este factor influyó en generar una mayor asistencia a las urnas. Así se garantizó que la opinión individual sobre cómo se percibe el estado de las cosas, pudiera ser reflejada y contabilizada en un proceso limpio y en armonía con el ordenamiento vigente y el derecho internacional.
Como imperativo, el Ombudsman señaló que debe ser compromiso del nuevo gobierno y de la Asamblea Legislativa, revisar las deficiencias detectadas en el manejo del sistema electoral, como de la empresa contratada para las máquinas de votación.
“Sin lugar a dudas, nadie puede estar conforme con la operación brindada por la compañía Dominion”, apostilló.
Aún así, García Feliciano estableció que la ciudadanía no mermó su apoyo al sistema electoral y la amplia participación permitió a un electorado joven, insertarse activamente en el proceso decisional de Puerto Rico.