Ayer inicié este escrito Sentadita desde mi Bleacher desde la sede de lucha, que fue también la de judo, con toda la estatua del caballo adentro. Estos Juegos han estado tan concurridos, que las sillas para los asientos asignados para nosotros son escasos y, a veces, hay que llegar con hasta una hora de anticipación si quieres tener la seguridad de estar presente. Las filas en algunas sedes son largas y, si no llegas antes, puede que no veas nada de tus atletas a competir. Es la primera vez que sucede algo así en Juegos Olímpicos. París ha tomado demasiado en serio el asunto de la sostenibilidad, limitando hasta las sillas para la gente acreditada.
Hasta aquí llegamos con la oportunidad de ganar nuestra primera medalla en Juegos, con la participación de Darian Cruz por la medalla de bronce en los 57 kilos. Lamentablemente, Darian no logró su triunfo, quedando con diploma olímpico de quinto lugar. Llegó a la zona de atletas muy triste y contrariado, pidiendo espacio a solas para asimilar lo ocurrido. Luego de varios minutos salió con los ojos llorosos. Lo saludé con un gran cariño y le comenté lo orgullosa que estaba de él. Su único comentario, con la voz entrecortada, fue que estuvo muy cerca de lograr su sueño olímpico de toda la vida. ¡Oh Dios…cuán difícil es buscar las palabras apropiadas para darles ánimo! “Estaré siempre aquí para tí, seguimos adelante”, fueron mis palabras finales.
Horas antes estuvimos en atletismo para la carrera semifinal de Jasmine Camacho. Realmente Jasmine luce como nunca, con mucha alegría, y confiada en el trabajo realizado. Reconoce que está en una carrera difícil, con contrincantes muy buenas, pero ella sabe que tiene todas las probabilidades de salir triunfadora. Defender un campeonato olímpico exitosamente pocas veces ocurre y en el 100 con vallas, mucho menos. En pocas horas, en este día especial para mí, confiamos verla ganar su segunda medalla de oro en Juegos Olímpicos. Que se repita La Borinqueña es lo que todos queremos, y esa es la meta hoy de todo Puerto Rico. Hoy, sábado a la 1:35 pm hora boricua es la cita. Excelente día y hora, por lo que ahí tienen la excusa perfecta para pasarla en familia y amigos en una tarde olímpicamente perfecta.
Ayer tuve la oportunidad de compartir brevemente con la familia de Jasmine. Acordamos vernos en el estadio al concluir la semifinal. Hasta allí llegaron Mamá María, Papá Quinn, Hermano Robert, y otros familiares cercanos, incluyendo su novio Daniel. María llegó feliz con La Monoestrellada sobre su espalda, saludando a todos los otros puertorriqueños que estaban allí, y mostrando lo orgullosa que se siente de ser de Puerto Rico. En la entrevista con Ricardo Torres de Telemundo, todos comentaron lo nerviosos que se ponen al verla correr, y lo feliz que se sienten de estar aquí presente viviendo este momento especial como familia.
Ya queda muy poco de los Juegos. El único atleta que nos queda por entrar al ruedo es nuestro abanderado Sebastián Rivera. El combate de lucha en los 65 kg es hoy a las 5:49 a.m., así que a madrugar si desean verlo en acción. Levántate con tu bandera porque hay que apoyar a los nuestros hasta el final. Si todo nos favorece, la final será el domingo 11, en horas de la madrugada también, previo a la Ceremonia de Clausura.
Confiamos en que ambos atletas puedan alcanzar el podio olímpico. Sería maravilloso poder llegar a Puerto Rico con dos medallas olímpicas. Ambos abanderados tienen la capacidad de así alcanzarlo. Se vale to’ en esta recta final y, como diría Manuel Rivera Morales, QEPD, “Ayúdalos Divina Pastora”.