22 de febrero de 2021- Washington, D.C.- “Tenía la esperanza de que el presidente del Senado trabajara el asunto del estatus con total seriedad y respondiendo al mandato del pueblo que también lo eligió a él y votó por la estadidad. Lamentablemente, me decepciona.
El reclamo de igualdad del pueblo de Puerto Rico es tan contundente que el propio presidente del Senado lo tuvo que reconocer en su mensaje.
Hablemos con datos, el informe del GAO claramente establece que la estadidad representa un aumento en recursos federales a Puerto Rico de más de $10 mil millones al año y el 97% de lo ciudadanos americanos en Puerto Rico no pagarían impuestos federales. El miedo de los impuestos federales ya nadie lo compra y no es otra cosa que los bullets anquilosados del Partido Popular. Más caro nos ha salido el estatus territorial que el presidente del Senado apoya, que ha provocado que el 43% de la isla viva bajo los niveles de pobreza. Por eso la estadidad es la herramienta para la lucha contra la desigualdad.
El apoyo de Departamento de Justicia federal a una consulta de estatus en la isla no es necesario para que el Congreso actúe; así lo evidencia la historia con la admisión de Hawaii (1940) y Alaska (1946), que llevaron a cabo plebiscitos no vinculantes, sin el aval de Justicia federal al igual que Puerto Rico.
Nadie ha dicho que la consulta de estatus fue a la luz de lo que expresa la Ley Promesa. Esa ley no nos limita a buscar expresiones que ayuden a mover este asunto de vital importancia. Puerto Rico rechazó el ELA que, precisamente, es el estatus que permite que exista esa Junta.
Lo que verdaderamente implica la Estadidad es igualdad, pleno acceso a recursos y herramientas federales que nos permitan mejorar nuestra infraestructura y economía y garanticen la unión permanente en igualdad de condiciones, con voz y voto en el Congreso. Eso el pueblo de Puerto Rico lo entiende claramente y por eso en noviembre votaron por la estadidad más allá de partidos políticos o candidatos. Ya es hora de que aquellos que salieron electos empiecen a respetar ese mandato también y no solo el de aquellos que los eligieron, no hacerlo es faltarle el respeto a la democracia y al pueblo.
Próximamente, radicaremos el proyecto de Estadidad de manera bipartita y nuevamente la bola estará en la cancha del Congreso.
La lucha por la igualdad no tiene fecha de expiración; aquellos que sí creemos en la justicia social, sin condiciones, no dejaremos de exigir nuestros derechos civiles. Exhorto al presidente del PPD a que deje de entorpecer la voluntad del pueblo.