(17 de marzo de 2023) El exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado, reveló esta tarde que básicamente fue mantenido económicamente por el también convicto contratista Oscar Santamaría desde el 2015 hasta ser electo y luego recibió sobornos a razón de $2,000 mensuales para garantizar contratos con el ayuntamiento.
El dinero, según dijo, lo usó para comprar ropa, beber, jugar caballos y pagar la renta.
En el segundo día de testimonios en el juicio federal por corrupción contra el exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, Delgado aceptó que, solamente durante el periodo en que colaboró con el FBI, recibió $105,000 en sobornos de múltiples contratistas, incluyendo al propio Santamaría.
Delgado renunció a su trabajo en el Municipio de Guaynabo en el 2015 tras un primer fallido intento en ser alcalde de Cataño y Santamaría, quien colaboró con él en esa primera campaña, básicamente lo apadrinó en adelante.
Entre otras cosas, Delgado admitió, durante el juicio presidido por la jueza Aida Delgado, que le hizo un favor a Pérez Otero al contratar a su esposa Liza Fernández, sin realmente necesitarla, para que trabajara en la división legal de Cataño. La contratación, dijo Delgado, fue solicitada por Santamaría. También reconoció Delgado que fue un favor la movida en que su esposa Roxanna Sifre pasó de trabajar en la Corporación del Fondo del Seguro del Estado a la oficina de la exrepresentante y acusada federal María Milagros Charbonier.
Delgado reconoció que conectó a Santamaría con Pérez Otero. Previamente, Santamaría había ayudado a Pérez Otero a convertirse en presidente de la Federación de Alcaldes, aunque anteriormente había favorecido a Carmelo Ríos en la elección especial en que se escogió al sustituto de Héctor O’Neill en la alcaldía de Guaynabo.
«Si hubiese hecho las cosas correctamente le garantizo que yo no hubiera llamado a un abogado. pero ahora estoy pagando las consecuencias, dijo Delgado al reconocer que violó la ley electoral.
En el contrainterrogatorio dirigido por uno de los abogados de Pérez Otero, Osvaldo Carlo, el letrado trajo a colación que los contratos en relación con el esquema de sobornos en Cataño a favor de VIH Health Care, JR Asphalt y Waste Collection fueron valorados en $19 millones, en un intento por minar la credibilidad del testigo. Delgado llegó a admitir que le dio a la Junta de Subastas en Cataño requisitos de los contratistas para que el proceso de adjudicación de subastas se diera para favorecer a los que le pagaban los sobornos.
A preguntas de Carlo, Delgado señaló que violaciones por aportaciones en efectivo a campañas políticas típicamente se manejan a nivel administrativo en la Oficina del Contralor Electoral y que usualmente terminan con multas. Este dato es relevante debido a que la contención de la defensa de Pérez Otero es que el dinero que recibió de Santamaría fue por pagos de deuda de campaña.
Durante el testimonio del agente del FBI Miguel Rodríguez, la fiscalía presentó fotos y vídeos de las pacas de dinero federal que Santamaría entregó a Pérez Otero como parte de un presunto esquema de sobornos para garantizar contratos con su empresa Island Builders en Guaynabo. Al momento de esas entregas, ya Santamaría colaboraba con el FBI.
Una entrega de dinero fue en un restaurante, donde Santamaría le pasó $5,000 debajo de la mesa a Pérez Otero y otra entrega por la misma cantidad ocurrió dentro de un vehículo. La foto de la entrega de ese dinero se viralizó al ser utilizada por la fiscalía durante el proceso inicial de acusación.
A preguntas de José Olmo, también abogado de Pérez Otero, Rodríguez reconoció que Santamaría le llegó a decir que una “porción” del dinero que le pagaba a Pérez Otero era para saldar una deuda de campaña.
No obstante, el fiscal Nicholas Warren Cannon, en un redirecto, le preguntó a Rodríguez si al momento de dichos pagos la deuda de campaña de Pérez Otero ya había sido saldada y el agente contestó en la afirmativa.