SAN JUAN, Puerto Rico – Un gran jurado federal en el Distrito de Puerto Rico emitió una acusación formal acusando a Juan Carlos Peña-Luguera, de 39 años, y Joshua Jandel Pérez-Lebrón, de 20, de coerción e incitación a un menor, tráfico sexual de menores, y recepción de pornografía infantil. El FBI está a cargo de la investigación y está buscando información del público sobre estos dos individuos. Estas dos personas fueron arrestadas en la mañana de hoy lunes en la urbanización palmas del Mar en Humacao.
Según documentos judiciales, desde julio de 2023 hasta diciembre de 2023, los acusados reclutaron, atrajeron, albergaron y solicitaron a sabiendas a un menor de edad, de entre 16 y 17 años, sabiendo y sin tener en cuenta imprudentemente el hecho de que la víctima masculina había no haber cumplido 18 años, para realizar un acto sexual comercial. Los acusados utilizaron teléfonos celulares, así como servicios de mensajería instantánea de Internet para persuadir, inducir, seducir y coaccionar al menor varón a participar en actividades sexuales. Además, Peña-Luguera y Pérez-Lebrón están acusados de recibir material de explotación infantil, es decir, imágenes y videos que muestran a un menor de edad participando en conductas sexualmente explícitas a través de una aplicación de mensajería instantánea utilizando un teléfono celular.
“Aquellos que se dediquen a la explotación infantil, incluido el tráfico sexual de niños y la posesión de material de abuso sexual infantil, serán considerados responsables de su conducta criminal”, dijo W. Stephen Muldrow, Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico. “La Fiscalía de los Estados Unidos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley seguirán aprovechando al máximo nuestras herramientas de investigación y poderes de enjuiciamiento para proteger a nuestros niños de los depredadores sexuales. Queremos recordarle al público que denuncie todo comportamiento inapropiado con niños a sus autoridades locales y que juntos, las autoridades locales y federales velarán por que se haga justicia”.
Si ha sido víctima de estos sujetos o conoce a alguien que pudo haberlo sido, llame a la Oficina de Campo del FBI en San Juan al 787-987-6500. Necesitamos que el público se presente, es responsabilidad de todos mantener seguros a nuestros niños.
“El tráfico sexual de niños es y seguirá siendo una prioridad para nuestra oficina”, dijo Joseph González, agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en San Juan. “Queremos que las víctimas y sus familias sepan que el FBI está aquí para ayudarlas y continuará investigando estos casos de manera agresiva. No hay lugar en nuestra sociedad para quienes explotan a nuestra juventud. Los testigos y las víctimas pueden confiar en que los protegeremos y que todos los recursos disponibles del gobierno federal estarán a su disposición”.
Si son declarados culpables, los acusados enfrentan las siguientes sentencias posibles: un mínimo de 10 años hasta cadena perpetua por incitación y coerción de un menor y cargos de tráfico sexual, y no menos de 5 años hasta 20 años de prisión por recibir un niño. pornografía, seguido de un período de libertad supervisada de 5 años a cadena perpetua. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de Sentencia de EE. UU. y otros factores legales.
La fiscal federal adjunta Daynelle Álvarez-Lora de la Unidad de Inmigración y Explotación Infantil está procesando el caso.
Este caso se presentó como parte del Proyecto Niñez Segura, una iniciativa nacional para combatir la epidemia de explotación y abuso sexual infantil lanzada en mayo de 2006 por el Departamento de Justicia. Dirigido por las Fiscalías Federales y la Sección de Explotación y Obscenidad Infantil, el Proyecto Infancia Segura reúne recursos federales, estatales y locales para localizar, detener y procesar mejor a las personas que explotan a niños a través de Internet, así como para identificar y rescatar a las víctimas. Para obtener más información sobre el Proyecto Infancia Segura, visite www.justice.gov/psc.
Una acusación es simplemente una acusación, y todos los acusados se presumen inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad más allá de toda duda razonable en un tribunal de justicia.
