Habiendo declarado el Zar de Energía durante mi turno de preguntas que el contrato de Luma Energy será cancelado este año, el país se tiene que preguntar: ¿qué procede ahora?
Desde el PIP reclamamos enérgicamente el regreso del servicio eléctrico a manos del Pueblo de Puerto Rico porque creemos firmemente en que el acceso a la electricidad es un derecho humano fundamental y un servicio esencial en la vida de los y las puertorriqueñas.
Repetir el mismo proceso de contratación de Luma Energy (que como recordarán se aprobó en menos de una hora, en cuartos oscuros y mediante un trámite legislativo pusilánime y extremadamente deficiente) no puede ser una opción. El país los está velando.
El pueblo está claro que fueron engañados cuando el bipartidismo proyectó a la privatización y a Luma Energy como la varita mágica toda poderosa que vendría a arreglarlo todo.
Mientras que hoy, ya está documentado estadísticamente que con Luma los apagones son más frecuentes y prolongados que bajo la Autoridad de Energía Eléctrica.
Y ni hablar de la ristra de aumentos en la tarifa eléctrica que hiere a quienes menos tienen y a quienes ya han padecido los recortes de austeridad.
Nuestro emplazamiento no puede ser otro que rescatar el sistema eléctrico y manejarlo sin los males que el bipartidismo le impregnó deliberadamente durante décadas: administración deficiente, politización, recortes sustanciales al presupuesto, falta de mantenimiento de manera sistemática, privación de materiales, criminalización de los sindicatos y los trabajadores, y la ausencia de acciones para garantizar la salud y seguridad ocupacional.
Nuestra propuesta al país está basada en la inclusión de personas conocedoras del tema energético, de administración pública y de derecho, para dar marcha al diseño de una nueva corporación pública que opere, sin esos males que el PNP y el PPD introdujeron y en atención a la necesidad de transición a fuentes de energía renovables, que responda al principio del mérito en el empleo público y que esté sujeta a una rigurosa rendición de cuentas. Proponemos que colaboren docentes del sistema UPR especializados en energía, representantes del interés público en la AEE, organizaciones comunitarias dedicadas a asuntos energéticos y de crisis climática, economistas, administradores y representación de los trabajadores con conocimiento de la infraestructura eléctrica del país.
Próximamente, anunciaremos al país, los detalles de nuestra propuesta para rescatar servicio eléctrico de Puerto Rico.