“Un histórico y efectivo encuentro de voluntades políticas materializó hoy el inicio de un mejor futuro para Puerto Rico con la firma del Plan de Ajuste de la Deuda. Atrás quedaron las diferencias, las ideologías, los desaciertos y desavenencias políticas y partidistas que caracterizaron las pasadas administraciones de gobierno.
El gestor de esta empresa no es otro que nuestro pueblo. Las y los puertorriqueños que con sus votos escogieron un gobierno sin mayorías, diverso e inclusivo. Fue precisamente este liderato, un gobierno compartido, el que logró lo que ninguno anterior había alcanzado: abrazar un acuerdo de país para dejar atrás la quiebra que heredamos.
Por esta razón, reconozco a los legisladores que confiaron en nuestro trabajo. En la Cámara a los compañeros de la delegación del PPD, en especial a Jesús Santa Rodríguez, por liderear el proceso legislativo y explicar en todos foros con valentía la envergadura de la medida. ¡Puerto Rico cuenta con ustedes! En el Senado, me quito el sombrero ante su Presidente, José Luis Dalmau, por no claudicar y mantener el control a pesar de los lamentables intentos personalistas de algunos en nuestra propia institución política. ¡Gracias! Por último, pero no menos importante, reconozco que esta gesta no se hubiera podido alcanzar sin el desprendimiento genuino de miembros de las delegaciones del PNP que dejaron a un lado la política partidista tanto en el Senado, como en la Cámara. Le agradezco a Thomas Rivera Schatz y Gabriel Rodríguez Aguiló por cumplir su palabra.
Hoy se cumple prácticamente un año de gestiones agotadoras, de comunicaciones y consensos, que siempre estuvieron fundamentados en la búsqueda de garantías de que nuestra gente tuviera acceso al progreso y a una mejor calidad de vida. Lo que parecía imposible, hoy se hizo realidad. Puerto Rico comienza el proceso de restructurar su deuda con un acuerdo que protege las pensiones de nuestros jubilados, defiende nuestra Universidad de Puerto Rico y le otorga recursos y oportunidades a nuestros municipios.
Hoy es un día histórico, un hito trascendental en como los dirigentes políticos podemos alcanzar consensos en favor de nuestra gente. Un nuevo país es posible, decía William Miranda Marín. Hoy Puerto Rico puede vislumbrar el camino hacia ese nuevo país al abrir la puerta al manejo sostenible de su deuda, al acceso a los mercados y a nuevos estilos de ejercer las funciones políticas. En adelante, voluntad, madurez política, buena fe en la gestión pública y amor patrio, deben seguir pavimentando el camino hacia el nuevo Puerto Rico por el que tanto hemos luchado.”